miércoles, 10 de septiembre de 2008

RESEÑA DE LECTURA Por: Diego Andrés Suárez Arenas “Cuestiones sobre la verdad” Raúl Gómez Marín

Vamos a estudiar “el asunto de la verdad” desde su significado como palabra y considerando varias “teorías de la verdad”, primero en sentido general y tradicional y más adelante deteniéndonos en teorías reconocidas, como la de “consenso” y “coherencia”.
Dejamos por sentado que la palabra “verdad” no posee un significado aplicable como criterio general, ni se refiere a lo mismo en su traducción a otras lenguas. Hablamos entonces en nuestro estudio de dos sentidos generales de la palabra “verdad”-“verdadero” :
a. En el campo de las “proposiciones”
b. “Verdad” como “realidad” (hechos)
En la primera hablamos de la “verdad” en oposición a la “falsedad”, y en la segunda la distinguimos de lo “aparente”.
Los filósofos de la antigua Grecia consideraban la verdad en el segundo sentido (b.), para ellos Aletheia era el término con el cual se referían a aquello que descubrían en algo como su “esencia”, considerada así por el hecho de su “permanencia” en oposición a lo “mudable” ó “aparentemente verdadero”. Los hecho experimentados en la realidad pueden así estar escondidos bajo el velo de las apariencias, pero su “ser” no siempre se nos evidenciaría de un modo directo. Para ello se debe recurrir al pensamiento, este se hace necesario para llegar a lo “inteligible” y develar la “realidad-verdadera” ó “conocimiento verdadero”, lo que permanece, sin ser aparente.

Así nos podríamos referir al sentido Ontológico de la verdad, recurriendo al modo en que lo estudiaron los antiguos griegos y que yo denomino “b.”.

Para el otro sentido, que se refiere a las aserciones y proposiciones verdaderas o no verdaderas y que yo denominé “a.”, existen otras tantas direcciones ó “trayectos” que ya estudiaremos, a saber:

Aristóteles
Teoría de la verdad correspondiente
Teoría de la redundancia de la verdad
Teoría semántica de la verdad
Teorías de: coherencia, pragmáticas, consenso.

...

Aristóteles

La cuestión con Aristóteles es de “Adaequatio” (correspondencia). Solo debe haber un acuerdo entre lo que se dice y aquello de lo que se dice; En el sentido que propone Aristóteles la verdad se ve condicionada por el “Logos” como palabra hablada, de este modo: “Decir de lo que es que no es, o de lo que no es que es, es lo falso; decir de lo que es que es, y de lo que no es que no es , es lo verdadero”.
Así funciona básicamente el “adaequatio” y se hace fundamental para decidir sobre la verdad de algo en Aristóteles. Este es el fundamento de nuestro siguiente trayecto: “La verdad correspondiente”.

Teoría de la verdad correspondiente

“Veritas est adaequatio intellectus est res” Tomás de Aquino
Entiendo entonces que deben haber en un principio dos entidades: “Sujeto cognoscente” y “Objeto cognoscible”, entre estos dos debe haber adaequatio como objeto de la verdad, es decir, el acuerdo entre dicho sujeto con el objeto constituye lo que llamamos “verdad material” (empírica, de hecho).
El empirismo lo podría expresar como:

SUJETO EMPÍRICO-Adaequatio-OBJETO REAL
|
“VERDAD”
(material, empírica, de hecho)

Esto desde un punto de vista Ontológico, empirista. Desde el punto de vista idealista podemos establecer una diferencia más, en tanto que hablamos de un “sujeto trascendental” y un “objeto trascendental”, es decir “objeto para un sujeto”. Aquí no dejamos de lado el Adaequatio, este sigue siendo la misma correspondencia, ahora dentro de un marco interpretativo trascendental y no empírico. El término “certeza” se aplica del mismo modo que “verdad”, pero como la “verdad para el sujeto trascendental” y como resultado del adaequatio.
Puedo decir entonces que esta es la diferencia entre “verdad” y “certeza”; “Verdad formal”, es como denominamos a la que emerge de dicho acuerdo y es de los conocimientos apodícticos.
Ahora, en la modernidad se ha desarrollado una conexión entre la concepción idealista de la verdad con la teoría de la “realidad correspondiente”, abriendo el camino de lo que se denomina “verdad lógica” ó “puramente lógica”, este reduce todo al contenido del pensamiento y encierra una circularidad entre este y la realidad: “La verdad es lógica justamente por que es ontológica y viceversa”. A esto se puede llegar a reducir la “concepción lógica de la verdad” sin perder su circularidad, dejando de lado la “conjunción” que exige el racionalísmo entre “verdades materiales” y “verdades racionales”.

Concluimos entonces qué:

1. Encontramos un uso de la verdad que establecimos como “una propiedad de las aserciones ó juicios”.
2. En la “verdad” con respecto a cosas encontramos que la “realidad” es lo contrario a las “apariencias” y por tanto “verdad” es también una propiedad, en este caso de las cosas.
3. Los términos: “verdad”, “correcto” y “cierto” no son idénticos pero se interceptan en sus campos de significación..

En el discurso la cuestión de la verdad es más compleja; No se trata de identificar la verdad en cada una de sus aserciones, la cuestión aquí es de conectividad dentro del asunto a tratar en el discurso, “ se habla desde varios puntos de vista y desde un punto de vista”. Se debe mantener una “síntesis de ordenes” a cuya producción está ligado el carácter de verdad en el discurso.

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