Cuando se formula una pregunta por medio de una oración interrogativa se espera obtener como respuesta una oración asertórica con referencia al juicio ó pensamiento a tratar, sobre el cual se ha de afirmar o negar según el caso. Esto se puede llevar a cabo siempre y cuando el pensamiento de la pregunta no sea ficticio y sea reconocible a partir del texto o frase.
En las oraciones interrogativas existen diferentes cuestiones que vale la pena aclarar, una de esas se refiere a la verdad, o mejor, al ser verdad del pensamiento o de la pregunta en sí. Se pueden presentar dificultades, o una gran contradicción si tenemos en cuenta que “el ser de un pensamiento es su ser verdad, por eso, con el fin de evitar este tipo de paradojas es necesario distinguir entre: el contenido de la pregunta y la petición de juzgar. Así se puede preguntar por lo “verdadero” dentro del sentido de la correspondiente oración interrogativa. Para el caso de las preguntas en que a simple vista se puede dictaminar un juicio negativo, se podría decir que no contienen un pensamiento, puesto que no hay nada verdadero en su contenido al momento de ser respondidas. Es así como nos conduciríamos en el caso de una pregunta obvia, pero en el caso de una pregunta cuya respuesta no se hace inmediatamente evidente no podríamos negar al instante la existencia de un pensamiento. De hecho, ya en cualquier tipo de pregunta se está hablando de algo. Entonces podríamos decir que depende tanto de la pregunta como de su respuesta para poder aceptar el ser del pensamiento. Para ello, ya el sentido de la pregunta debe ser algo reconocible, y si “ser” consiste en su ser verdad entonces todavía no “es”; en el caso de las preguntas de obvia respuesta afirmativa, en las que se reconoce su contenido por medio de su ser verdad, entonces se estaría contradiciendo la esencia de la pregunta. De este modo podemos descartar como contenido o ser de la pregunta el que su juicio sea verdadero o falso, pues de esto se ha de ocupar ella misma. Ahora bien, si entandemos que el sentido de una pregunta es la codificación de un pensamiento, se debe entonces separar dicho sentido ó pensamiento de la petición de juzgar contenida en la interrogación, ya que este pensamiento se designa tanto en la pregunta como en su respuesta asertórica. Podemos así decir que, los pensamientos pueden ser captados como primer paso hacia su aserción por medio de una pregunta, de la cual se obtiene un juicio, sabiendo que cada pensamiento logra su ser tanto en su propio cuestionamiento cómo en su respuesta asertórica. Tampoco se debe confundir, la carencia de sentido del pensamiento contenido en una pregunta con su falsedad, pues son cosas distintas: Una oración que expresa un pensamiento falso no nos lleva nada, pero si está acompañada de una que sí expresa algo verdadero se podría establecer entre ellas un sentido que resulte verdadero; Un sin sentido resultaría en el caso de realizar una contraposición entre los componentes: antecedente y consecuente. Podría la frase perder concordancia al igual que su carácter de verdad, en esta operación se debe reconocer que alguno de los componentes es falso y que puede ser suprimido. Podemos afirmar entonces que, el ser de un pensamiento contenido en una pregunta radica en el sentido que conserve esta.
La verdad del ser de un pensamiento podría decidirse por el hecho de que varias personas lo entiendan como uno y el mismo pensamiento, cosa que puede llegar a no cumplirse nunca, si se tiene en cuenta que cada persona se hará una representación mental distinta de los sujetos y acciones a los que se refiere el emisor. El pensamiento contenido en la pregunta debe ser entonces reconocible por varias personas antes de ser juzgado, ya sea positiva o negativamente. Pero el ser de un pensamiento no se ve comprometido por esto, ni tampoco por el hecho de que uno de sus componentes sea verdadero y el otro falso; Un pensamiento no pierde su ser en el caso de ser verdadero ni falso, su ser ya queda establecido desde la pregunta, en la asociación hipotética de quien lo capta y al momento de su respuesta, ya sea afirmación ó negación, pues no se puede decidir sobre lo que no tiene ser.
El ser del pensamiento de una pregunta no se pierde ni se diluye en ningún caso sea cual sea su respuesta, si luego de despejarse la interrogante solo quedan restos del pensamiento de la pregunta entonces es por que de eso mismo constaba esta, de restos de un pensamiento. Una pregunta sobre un pensamiento es en sí algo verdadero, independientemente de sí su respuesta es afirmativa ó negativa, en cuyo caso simplemente perdería su fuerza asertórica al pronunciarse.
miércoles, 10 de septiembre de 2008
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